¿Donde convergen el cristianismo y el existencialismo en el manejo de las adicciones?

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CRISTIANISMO, EXISTENCIALISMO, ADICCIONES

El cristianismo no es una filosofía en si misma, sin embargo, fue la base para el advenimiento de filósofos cristianos en muchas épocas, y con ello no me refiero solamente a Agustín de Hipona y a Tomas de Aquino, pues muchos pensadores posteriores hicieron sus aportaciones en un contexto cristiano.  Aquí cabe acotar lo que se ha dicho hasta la saciedad, cuando se aclara que, por cristianismo se entiende a un conjunto de manifestaciones religiosas que comparten un núcleo de dogmas e ideas centrales, pero que se van haciendo cada vez mas heterogéneas con el paso del tiempo.  De ser un movimiento puramente religioso (cristianismo primitivo), paso a tener fuertes intereses políticos y económicos, cambio que tradicionalmente se fecha en el siglo IV con la designación del cristianismo como religión oficial. Antes de eso existieron cismas (separaciones) pero lo fueron con trasfondos mas o menos dogmáticos. A partir de la asunción de poder político y económico, los cismas posteriores tuvieron mas una motivación pragmática que ideológica. Baste recordar los intereses nada espirituales que dieron pie a la aparición de la iglesia anglicana. Es en este contexto de poder político y económico de la institución humana llamada “Iglesia”, donde se mueven muchos de los filósofos racionalistas mas destacados. Es evidente que para evitar ser objeto de las atenciones que la inquisición presto a Giordano Bruno, por ejemplo, algunos de los pensadores con ideas mas revolucionarias tuvieron el buen juicio de callarlas. Otros, como Erasmo de Rotterdam, no quisieron meterse con la doctrina pero si escribieron contra los abusos de algunos que formaban la institución llamada iglesia.  Pensadores como Descartes o Pascal intentaron integrar las creencias religiosas en sus respectivos marcos filosóficos. Solo estos hombres y su conciencia sabían si en realidad estaban siendo intelectualmente honestos o sus ideas eran expresadas dando por supuesto el cristianismo como el pez da por supuesto el agua. 

En estos hombres el concepto de cristianismo era visto como marco político, social y económico de las sociedades donde se vivía. Contemporáneos con ideas  ateístas, como Hobbes, vieron como eran quemados sus libros públicamente (al menos ya no los quemaron a ellos) aunque nunca aceptaron este “ateísmo solapado” como es calificado por Cantre (2010); mismo que  esta detrás de un teísmo cristiano motivado por razones puramente pragmáticas.  Otros pensadores crearon sistemas metafísicos, en mayor o menor medida, relacionados al cristianismo, como el caso de Spinoza. Herejías para la doctrina formal que hicieron que su pensamiento fuera relegado al olvido y rescatado hasta el siglo XIX.

En este muy somero e incompleto recorrido por algunos nombres de la filosófica occidental, el énfasis sigue puesto en que clase de “teísmo” pensaban. Cuan honestos intelectualmente eran o sus contextos les dejaban ser al respecto. Si alguno se llamaba cristiano, ¿lo era de forma o lo era de fondo? 

Dando un salto a los albores del existencialismo, un filosofo no solo teísta, sino abiertamente cristiano, podría hacer alarde de congruencia y honestidad intelectual. Kierkegaard, creía en sus tres estadios del hombre (estético, ético y religioso) al grado de perder al “amor de su vida” (Regine Olsen) en aras de que ella también pasara a un estadio superior. De este autor se rescata el concepto de Angustia, sin embargo de su biografía no podemos olvidar que al menos en forma primitiva esa angustia tenia como fuente heredada la culpa del padre (quien maldijo a Dios) desde donde la elaboro. La postura frente a la institución Iglesia no pudo ser mas antagónica, pues para el pensador, el cristianismo era “la realidad absoluta del espíritu” . Para diferenciarla de las instituciones llamo a estas Cristiandad alejada del verdadero cristianismo.

Tras este hombre, el existencialismo asumió en forma paradigmática al ateísmo, dando la sensación de que no era menester dudar de ello como los primeros racionalistas no dudaban del teísmo.  ¿Se puede hablar de finitud y de precursor la muerte sin tener que renunciar “al Dios que nos salve? ¿Se puede apreciar el pensamiento de Nietzsche en partes, dejando de lado como estigmatiza los “valores blandos”?  ¿Son mutuamente excluyentes muchos de los existencialismos y el cristianismo? (Que no la cristiandad).

Y aquí hay que acotar algo y muy profundamente. Hablamos de dos posturas; la que entiende al cristianismo como sistema de creencias filosóficas y religiosas, y la que entiende a un Dios personal,  capaz de estar al tanto de lo que pasa en cada rincón del universo, capaz de hacer lo que sea usando su voluntad, eminentemente bondadoso pero justo.   Sarte (2013) por ejemplo, en su conferencia “El existencialismo es un humanismo” se dedicó a dar respuesta a reproches hechos desde el cristianismo (catolicismo) o mas bien desde los críticos cristianos. Su constructo es brillante y si de ideas solo se trata contundente. Este y otros filósofos tratan el tema de Dios como se trata el tema de otros constructos humanos. Es un refugio que intenta quitar responsabilidad al hombre para Sartre, es una creencia del hombre impropio para Heiddeger, es un pretexto para otra institución de control (la Iglesia) para Focault y así podríamos seguir. Pero querer entrar a la discusión de la existencia real de Dios (no como constructo humano) con estos pensadores, quizá tendría el mismo nivel que ponerse a discutir sobre el ratón Pérez (el de los dientes), Santa Claus o los Reyes Magos.  Tiene sentido estudiarlos como constructos sociales e intentar comprender su  función social asi como si vale o no la pena mantener esos constructos. Discutirlos a partir del presupuesto de que Si existen, desde esta óptica, seria propio de psicóticos o de niños.  Quizá por ello Jesús dijo “De cierto les digo que si no se vuelven y se hacen como los niños, jamás entrarán en el reino de los cielos.” Mateo 18:3 en  (MacArthur, 2004). Para algunos esto lo dijo no Jesús sino el evangelista que escribió el evangelio de Mateo.  Así como para los filósofos previas a Descartes el teísmo era un presupuesto básico a toda su filosofía y tuvo que llegar el filosofo que dudaba de todo (hasta de su existencia) para atreverse a iniciar el análisis de cero, asi hoy el ateísmo es un presupuesto en los pensadores existencialistas del siglo XX.

 Para Sartre (2013) la cuestión no se centra en el tema del ateísmo pues remata su conferencia afirmando “Aunque Dios existiera eso no cambiaría”, refiriéndose a la verdad encontrada y preconizada de que al hombre “nada puede salvarlo de si mismo, asi sea una prueba de la existencia de Dios”.  Con todo, su doctrina no son sino “consecuencias de una posición atea coherente” y en realidad es necesaria esa postura para que tenga sentido el cuerpo de su filosofía. Con todo parece claro que primero se convenció de la no existencia de Dios y luego saco sus conclusiones. Así para unos y otros parece que en el fondo sigue siendo cuestión de fe, en que presupuesto básico se va a basar el edificio de pensamiento personal, lo que Viniegra (2003) llama “tomar una postura”.

Si mi posición es Atea debo rechazar dogmáticamente cualquier argumento basado en la existencia de Dios (inclusive podrías llamar cobardes a los que lo esgrimen para intentar escapar de su responsabilidad como lo hace Sartre y si honestamente se cree en El, podrían llamarlos niños irracionales o psicóticos). Si mi postura es Creyente, entonces debo rechazar dogmáticamente todas esas “filosofías humanas” tal como lo declara un predicador cristiano (protestante) “el peor error es mezclar la Biblia con las filosofías humanas, hacer una ensalada de las cosas bíblicas y cristianas con la sabiduría y el escepticismo, y el agnosticismo del ser humano.” (Alducin, 2010) Unos y otros son radicales por una razón: el edificio de su postura  está basado en una decisión personal, honesta (y por tal al menos en eso autentica) sobre creer o no en un Dios. No hablo de religiosos que son parte de la institución por razones humanas o de existencialistas tapiñados. Hablo de esa convicción personal, de aquel que solo en la oscuridad de la noche se responde la pregunta ¿Alguien esta en este mismo momento viéndome y acompañándome, realmente? ¿Ese alguien me creo por esfuerzo de su voluntad solamente?  Como dice un cantante cristiano (protestante): “Cuando nadie me ve, en la intimidad. Donde no puedo hablar más que la verdad. Donde no hay apariencias. Donde al descubierto queda mi corazón. Allí soy sincero, allí mi apariencia de piedad se va  “ (Romero, 2005) y ahí aparece la real creencia.

Si se intenta llegar desde “cero” para resolver el asunto de Dios se llega al Agnosticismo, donde es imposible acceder a la noción del absoluto desde lo humano en especial de Dios. En esta postura, se esta eligiendo no elegir, y al tal se tomó una tercera postura: No se si existe Dios ni podre saberlo nunca ¿Para que me preocupo?.  Hay puentes desde el existencialismo al agnosticismo (La existencia de Dios no cambiaría nada) o desde el teísmo al agnosticismo (Creer en un poder superior como sea que lo concibas). Esta postura media es quizá la menos comprometida de todas.




Adicciones, AA y existencialismo


“Escudriñarlo todo, retened lo bueno” (1 Tesalonicences 5.21) en (MacArthur, 2004)


                 El programa de doce pasos es eminentemente teísta, asi quiera ser atemperado por el eufemismo “poder superior”. Al menos en su concepción, esta plagado de raíces cristianas, protestantes. En las clínicas del modelo Minnesota se aplica como base filosófica del tratamiento. ¿Cómo utilizar las herramientas existencialistas en este contexto? Salvo fanatismos mas o menos recalcitrantes en uno u otro extremo, parecería poder tomar elementos para la psicoterapia de uno u otro pensador. Y por fanatismos me refiero a esos que habiendo tomado una postura firme (Atea o Teísta) quieren imponerla a todo aquel que no la comparta.   El programa de doce pasos como se dijo tiende puentes con los Agnósticos, con los Ateos les permite conceptualizar el poder superior a ellos como no metafísico y  fluye tranquilamente con los creyentes.  Además es posible que el adicto no haya tomado una postura al respecto “autentica” al vivir en el mundo de las habladurías, del momento, de las novedades. El programa es su primer acercamiento a esa decisión.

                ¿Se pueden manejar los elementos del pensamiento existencialista con la misma apertura a todas las posturas que ofrece el programa de doce pasos?

Intentemos comprenderlo desde la herramientas que Andrés-Martínez (2008) sugiere utilizar en base al pensamiento de algunos de los filósofos existencialistas:

-          Seguir el propio camino de desarrollo personal por parte del terapeuta (mediante psicoterapia por ejemplo) que hace sentido con el pensamiento de Nietzche, recuerda el requisito fundamental de los grupos de 12 pasos donde el recién llegado es ayudado por aquellos que llevan ya “algunas 24 horas” y han recorrido parte del camino.

-          La relación entre terapeuta y cliente, que desde Heiddegard requiere que se reconozca el ser con otros (el ser en el mundo), tiene su paralelismo en el grupo de 12 pasos donde la dinámica tiende a reconocer a cada individuo como entidad separada pero que esta en contacto con los otros individuos, donde se tiende este puente de comprensión. Los individuos se recuperan con otros, no en aislamiento ni en el uno a uno. Si siempre somos nuestras relaciones y todo lo que somos  es el resultado de una serie de experiencias relacionales; toma aun mas importancia el concepto de “grupo”.

-          El tiempo de este filosofo, en el aquí y el ahora, pero desde la experiencia también son elementos que el programa en si mismo maneja.

-          El mismo autor (Andrés-Martínez 2008) retoma la oración de la serenidad conceptualizándola como la diferencia entre lo Ontologico y lo Ontico; donde el cliente del psicoterapeuta y el adicto en recuperación, tienden a gastar energía y esfuerzo en intentar cambiar lo que no es susceptible de ser cambiado. Es una vana lucha por cambiar hechos dados, como la propia muerte o la de los otros, como la existencia en el mundo y aquello que es dado vivir pero que no es dado cambiar.  Al concentrarse en esto el cliente y el adicto en recuperación pierden energía que podrían utilizar para mejorar la respuesta a los mismos hechos.

En definitiva lo puntos de contacto entre el programa de los doce pasos y algunas de las posturas existencialistas mas importantes. Para ambas posturas lo importante es la posición desde la que el sujeto se enfrenta a sus circunstancias. Quedando abierta la puerta para creer o no creer desde la honestidad completa que le da la libertad al ser humano. Eso no es toral para que la herramientas funcionen.

 

Referencias

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